Archivo de la categoría: Política

Desagravio a Jean Rostand

Por las redes sociales, impulsada por militantes opositores al derecho al aborto, circula una supuesta cita de un tal Jean Rostand, “biólogo y premio Nobel”. La cita es la siguiente:

“En la primera célula constitutiva de la persona humana, es decir en el óvulo fecundado, existe un ser humano”

A ninguno de los que multiplican esta cita por el ciberespacio se les ocurrió revisar la lista de premiados. Hubiera encontrado que ningún Jean Rostand recibió jamás el premio Nobel, en ninguna categoría.

Pero sí existió un Jean Rostand biólogo, escritor e historiador francés, que fue protagonista del episodio clave para la despenalización del aborto en Francia: el proceso de Bobigny.

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Entendiendo a De Narvaez

En muchos lugares de la provincia de Buenos Aires pueden verse gigantografías con el candidato a gobernador Francisco De Narvaez con una consigna misteriosa:

Hay uno

Y está con vos

Queremos que nos ayudes a escrutar las profundidades del sofisticado pensamiento denarvaísta, por eso hicimos esta encuesta:

¿Cuál es la pregunta que responde De Narvaez con "Hay uno. Y está con vos"?

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… sus bisnietos pueden trabajar…

Mi bisabuela nació en taparrabos, mi abuela también, ¿qué voy a saber yo de cómo se arreglan los mundos? Pero desde mi humildad y mi inconciencia creo que un pequeño pasito sería dejar de comprar discos de gente que ya murió. Esos discos tendrían que estar en todas las escuelas e institutos y universidades, porque es un legado de personas que se ganaron el don de la eternidad. Son secretos que debemos compartir, porque esas personas nos cuentan de cómo sobrevivir y continuar. Dejaron un mensaje para todos. No compremos discos de personas muertas, ¡que sus bisnietos pueden trabajar, cojones!

De Concha Buika en Crítica Digital.

Zamba de los humildes

Zambita para que canten
los humildes de mis pagos,
si hay que esperar la esperanza
más vale esperar cantando.

La Cámara de Diputados está por convertir en Ley el proyecto S3030/09 para extender en 20 años más las restricciones legales sobre interpretaciones o ejecuciones fijadas sobre fonogramas.

Quiere decir que deberán pasar 70 años para que una interpretación ingrese al dominio público, que es el patrimonio cultural compartido de una sociedad.

Para fundamentar esta auténtica privatización de la cultura -y olvidando todo aquello que se dijo con lo del “Fútbol para todos” (aquello del secuestro de los goles, por ejemplo)- se señaló que las canciones de La voz de la zafra, el primer disco de Mercedes Sosa, está pronto a “caer” en el dominio público.

¿Qué pensaría la Negra cuando cantaba la Zamba de los humildes? ¿Acaso estaría feliz de que luego de pagar por cincuenta años, los humildes deban pagar por veinte más para escucharla cantar cosas como ésta?


Mi pueblo la canta siempre
como si fuera una ausencia
la cara hundida en el pecho
hasta mirarse la pena.

Opiniones que sublevan

Tanto tiempo sin escribir una entrada… pero algunas opiniones sublevan. El tema del matrimonio entre personas del mismo sexo no me llamaba mucho la atención, más allá de la solidaridad más teórica que práctica con quienes se sintieran discriminados por el actual estado de cosas. Pero de pronto uno escucha a los defensores del matrimonio tradicional y no es posible quedarse tranquilo en la silla.

Por ejemplo, leo en La Nación a un lector que dice:

Si se erradica el concepto matrimonio-institución como el mejor cauce para que nazcan los hijos, y se lo reemplaza por el de matrimonio-derecho, simple sociedad de socorros mutuos entre adultos, con menos contenido y requisitos que una SRL estamos devaluando el matrimonio.

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El peor riesgo de la epidemia

La consecuencia más grave de epidemias como la gripe porcina no es el riesgo de contagio ni de muerte, sino el miedo.

La gripe porcina no llega a 2.000 casos confirmados en el mundo, y una mortalidad inferior al 4%. Sin embargo, hay poblaciones aisladas, fronteras cerradas, gente encerrada en sus casas y millones de personas que evitan, temen, rechazan al otro porque quizás sea portador del terrible virus. Cada vez que una amenaza como ésta invade los titulares de los periódicos, el hombre vuelve a ser el lobo del hombre: el vecino, el amigo, el desconocido, todos son enemigos. No hay solidaridad cuando hay miedo a que el aliento invisible de otra persona -cualquiera- nos mate.

Si en los primeros años del SIDA los homosexuales sumaban una discriminación adicional a la que soportaban por su condición sexual, anticipo que los mexicanos sufrirán el mismo escarnio sumado a su condición de latinos. Sólo por haber sido el sitio donde al virus H1N1 se le ha ocurrido saltar a los humanos. Y el bochorno de nuestro país, que como toda respuesta ha cerrado su frontera con México (en el mundo, sólo comparte esta vergüenza con Perú), en un acto que encierra una confesión: la de la incapacidad absoluta para monitorear el flujo de personas que viene de lugares de riesgo, pero que refuerza la discriminación, acentúa el pánico y previene casi nada, ya que con el sencillo expediente de tomar un vuelo adicional se puede arribar desde tierras aztecas sin inconvenientes.

Es curioso el miedo. En Argentina no hay, al momento de escribir estas líneas, ni casos sospechosos y ni -mucho menos- muertos. Sin embargo he visto personas circulando con barbijos, evitando hasta la comunicación más elemental, la de los gestos, con los vecinos; indicando a las demás personas que son una amenaza, y que tomarán las medidas que fueren para escapar de esa amenaza.

No parece haber barbijos que prevengan epidemias endémicas, mortales y ya añosas: sólo en la región de La Plata y alrededores, muere un promedio de una persona por día en accidentes de tránsito. Pero esa estadística trágica sólo recibe atención oficial, por algunas horas, cuando los muertos son muchos.